miércoles, 30 de marzo de 2011

Capítulo 5

Estábamos sentados encima de unas sabanas color azul cielo. En un jardín que se podría decir que era algo tipo película, tenían un pasillo similar a la entrada de la casa de Alexander, solo que era como un laberinto, las rosas se veían muy frescas, había un cartel que decía: ¡Boa vinda ao jardim do amor! Que en español significa: ¡Bienvenidos al jardín del amor!
Los que me rodeaban no los conocía, pero ellos parecían conocerme a mí, en especial un joven, era un poco más alto que yo, ojos color castaños, tenía el peinado llamado ''cresta'' y una mirada que te decía mas que mil palabras. Tomo mi mano me aparto del grupo, me llevo lejos, a una especie de cueva, donde coloco una manta y encima de ella había un batido de fresa con dos sorbetes, y algunas galletas. Sentados, admirando las hermosas estrellas, sentí que coloco un papel en mi puño, al leerlo decía: Ah cada una de las estrellas le estoy dando una razón por la cual quererte cada vez más... Cuando al final de el empecé a escuchar ''Poppin bottles in the ice, like blizzard. When we drink we do it right gettin slizzard. Sippin sizzurp in my ride, like a three 6. Now I'm feelin so fly like a G6. ’’ Sacándome de mi alocado y muy raro sueño, era Carlos David, el solía ser mi vecino, que desde muy chiquita lo considere mi hermano ya que estuvo en cada momento de mi vida, el siempre me llama para chequear como anda todo, esta vez me llamaba para avisarme que iría a Inglaterra donde vive mi hermana Alejandra con su esposo Andy por si quería enviarle algunas cosas, sin querer le dije que no tenía nada que mandarle, estaba muy distraída pensando en ¿por que había soñado algo tan romántico y que la cara del joven no era precisamente la de Alexander?, o en primer lugar ¿por qué lo había soñado, y que significaba ese papel con tan hermosas palabras?
Tranque el teléfono, me levante, camine hacia el dormitorio de mis padres, pero no estaban allí. Abajo se escuchaban algunas voces y risas, me imagine que no estaban solos, teníamos visita.
Fui a mi alcoba me puse un short, junto a un sweater roxy azul, con unas sandalias blancas que llevan una flor para decorar el pie, baje hacia la sala.
No me equivocaba teníamos visitas.
-Allí está la pequeña de la casa. Dijeron mis padres.
-Oye pero de pequeña no tiene nada, esta muy grande y bonita. Dijo la señora que estaba con mi madre, el señor que estaba con ella movía la cabeza de arriba hacia abajo como si estuviese afirmando lo que ella decía. Había un joven como de mi edad con ellos, el no me dirigía la mirada, su total y completa atención estaba en su blackberry.
Su padre lo dio un empujón con el codo, el subió la cara y me di cuenta que tenia una hermosa mirada, el color de sus ojos no eran muy comunes; eran grises. Era de mi estatura, cabello color castaño ni muy largo ni muy corto. Llevaba puesto unas bermudas de colores, unos conver's y una camisa blanca.
Al instante me saco una sonrisa, el me la siguió y se presento ante mi:
-Mucho gusto soy Santiago.
-Andreina, un placer.
Era un típico Domingo, mi papa con el de Santiago se pusieron a ver un partido de futbol, y como era de esperar las madres para la cocina.
Santiago solo me miraba, era algo muy cómico pero incomodo a la vez.
-¿Quieres bajar a planta un rato? Le pregunte.
-Claro, ¿por qué no?
Tome mis cosas y al bajar estaban Eduardo, Geral, Jesús, Orla, Nohe, Marco y Cristian, nos unimos al grupo y empezamos a platicar.
Eduardo me daba una mirada de ''a ti te gusta el'' junto a una sonrisa picara, Edu no sabia de Alexander, solo lo sabían las muchachas Orla, Nohe y Geral.
Pasaron cinco horas y medias, los padres de Santiago y los míos subieron a Caracas para ''una noche de adultos''.
Santiago y yo subimos a mi casa ya que los chicos se metieron en la piscina y las muchachas fueron a las Colinas.
El se la pasaba halagándome constantemente, me decía: ¡Eres realmente hermosa!, ¡Al ver tus ojos color miel me confundo y me encantaría saber que pasa por tu mente!
Siendo franca, mi ego le dio la vuelta entera al mundo.
El se tenía que ir a su casa, así que lo acompañe hasta la entrada de mi edificio, cuando iba a cerrar la puerta, Santiago me dijo:
-Me encanto haberte conocido.
Quede atónita y sin palabras. Cerré la puerta y camine hacia el ascensor, y me llego un mensaje de Alexander:
-¿En la plaza que queda por tu casa en cinco minutos? Necesito hablar contigo.
El ascensor llego, si subía a mi departamento no iría a hablar con el pero, si iba ¿que mas tenía que decirme? El próximo paso de ''me gustas'' es entrar en una relación.
Veía como los números cambiaban indicando que el ascensor llegaría a planta baja en cualquier momento, deje que el subiera solo de nuevo, haciendo que este bajara sin ningún motivo. Algo de mi quería ver como seria tener una relación con Alexander, siempre soy dura, así que por primera vez en mi vida me deje llevar por lo que le gustaba a mi corazón.
Corrí hacia la plaza, el estaba de espalda sentado en el banquito donde vi a la pareja vía a mi casa.
Lo abrase por detrás y le di un beso en el cachete. El se notaba un poco nervioso. Le dije:
-Te tengo que decir algo.
-¿Ah si, y que es? Pues, yo también tengo que decirte algo.
Me puse en posición india mirándolo, me acerque a su rostro. Mis manos acariciaban la parte de atrás de su cabello, mi cara se iba inclinando hacia la de el, para llegar a los labios, los dos cerramos los ojos. Alexander hizo un gran suspiro y me dijo:
-Ayer cuando me dejaste en mi casa, estaba mi ex novia con mi mama, duramos alrededor de una hora hablando los tres. Ella había venido sola así que le llame un taxi, cuando la acompañe hasta afuera y paso algo.
-¿Si?...
-Perdóname por esto pero ¡NOS BESAMOS!
Mi reacción fue de sorpresa, simplemente me quede sin palabras.

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