jueves, 10 de marzo de 2011

Capítulo 2

Parada escuchando su hermosa voz sentía que lo conocía desde hace mucho tiempo cuando tan solo lo había conocido hace 5 minutos. Sacándome de mis pensamientos me pregunto:
-¿Disculpa, dije algo malo?
-No, no dijiste algo malo, pero es que es algo que no me esperaba. Fue muy... Interrumpida por Emma, ya que el profesor la había mandado a decirme que haría un examen de los elementos químicos y tendría que entrar a presentarla.
Estaba un poco decepcionada ya que quería quedarme hablando con el pero no quería ser tan evidente, tenia que demostrar que era un tanto difícil...
-Lo siento Alexander, me encantaría seguir hablando contigo pero, ya sabes. Señale hacia la puerta y poniendo mi labio para el lado derecho.
-No te preocupes, te entiendo. Pero, sabes deberíamos vernos el sábado en el luso. Me dijo con cara de entusiasta.
-¿Luso? Pregunte.
-Si, es donde juego fútbol, tengo partido y es uno muy importante, me encantaría que estuvieses allí y quizás después de el podríamos continuar nuestra conversación, ¿que te parece? Pregunto.
-Lo pensare y te avisare, ¿vale?
-¡Vale! Exclamo.
Estaba sentada, con una prueba de los elementos químicos frente a mis ojos, tratando de concentrarme y lo único que pasaba por mi mente era el nombre de 'Alexander' y esa sonrisa de modelo que no podría olvidar.
Soy una chica que no piensa en tener una relación, así que era raro que pensara tanto en el, no podía sacar de mi cabeza a lo que el se refería con "continuar esta charla". Sin darme cuenta se me fue la noción del tiempo y ya todos entregaban sus exámenes, termine mi prueba lo mas rápido posible y la entregue.
Al salir las muchachas me invitaron a comer McDonald's, quería liberarme un rato así que acepte su invitación. Sentadas en las mesas esperando que Alejandro e Isabella llegaran. Francys, Valeska, Verónica, Milagro y Gesselle me observaban fijamente, tenia un poco de miedo preguntar que sucedía pero, ¿ya que? Le temía más a sus penetrantes miradas que a una simple pregunta.
Milagro se me adelanto y me pregunto:
-¿Que te dijo el muchacho sexy que te busco?
-No paso nada del otro mundo solo quiere que nos veamos en un tal lugar llamado luso, pero no creo que vaya. Conteste.
-¿Luso? Pregunto Gesselle.
-¡Si Gesse, es el lugar donde van los futbolistas guapos! Exclamo Verónica.
-Ah ya, tendrías un paisaje muy hermoso ante tus ojos si vas Andreina. Dijo Gesselle.
Todas se miraron y pareciera que se hubiesen conectado a través de sus mentes y se pusieron de acuerdo para decirme:
-¡TIENES QUE IR!
Así quizás podrías conocerlo mejor, y alomejor podrían llegar a ser algo mas que amigos. Dijo Valeska, moviendo sus cejas de arriba para abajo.
Salvándome de tanta incomodidad llego Isabella y Alejandro, nunca los había amado tanto como lo hacia en ese momento.
Verónica y yo fuimos hacia la caja para hacer la fila, para así poder hacer nuestra orden. En la fila Verónica me dijo:
-Andre sabes que soy yo Vero, a la que le cuentas todo sin miedo, dime, ¿iras al luso y terminaras esa charla con Alexander?
-Ay algo de mí que me dice que quiero ir que comenzare una nueva historia, pero otra me dice que no por miedo a lo que pase yo no quiero ser solo una chica que vino y se fue. Le conteste.
-Tienes que arriesgarte, recuerda que no todos piensan igual. Me dijo muy seria.
-Quizás tienes razón, pero tal vez no es el momento. Siéndote sincera no iré, por favor no le digas nada a las muchachas se descargaran en mi. Respondí.
-Bueno respeto tu decisión, total la que elijas siempre te apoyare, y tranquila tu secreto esta a salvo conmigo. Me contesto, guiñándome un ojo.
Luego de esa charla con Verónica, pedimos nuestras comidas, ella pidió unas papitas con nuggets y yo un McPollo, juntas compramos un McFlurry, mi helado favorito.
Al terminar de comer, cada quien siguió su camino. En el recorrido hacia mi casa observe a muchas parejas, una en específico atrajo mucha mi atención, estaban en un banquito en la plaza, no escuche lo que el joven le decía a la muchacha pero por la sonrisa de ella se que eran cosas muy hermosas la que el le susurraba al oído, al notar los feliz que uno puede llegar a ser por tan solo tener a una persona a su lado, quizás cambiaba mi opinión y querría ir al luso a terminar esa conversación.

2 comentarios:

  1. ¡I like! .. sabes a mi tambien me encanta escribir y eres una de las muy pocas personas que he visto que tienen interes por esto, asi que me parece chevere y seguire leyendo esta historia.

    ResponderEliminar
  2. Comentarios como el suyo es lo que me motiva a escribir, ¡espero que a medidas de que valla leyendo le guste cada vez más! ;)

    ResponderEliminar